Paraguay y Japón empatan 2‑2 en Osaka, con goles de Almirón y Minamino. El resultado mantiene la racha sin victorias paraguayas en territorio japonés.
Leer másCuando hablas de Paraguay, una nación sudamericana con una identidad fuerte, una tradición futbolística profunda y una política a menudo tensa. También conocido como el corazón de América del Sur, Paraguay es un país que no siempre está en primera plana, pero cuyas decisiones impactan desde los estadios hasta los tribunales. No es solo un país de pocos habitantes: es un lugar donde el fútbol es religión, donde los jugadores salen de barrios humildes para llegar a Europa, y donde las elecciones pueden cambiar el rumbo de toda una generación.
El fútbol es el hilo conductor. Cada vez que Paraguay juega, el país se detiene. Los partidos contra Brasil o Argentina no son solo encuentros deportivos: son batallas de orgullo. La Selección ha estado en mundiales, ha llegado a semifinales, y sus jugadores —como los que salieron de Asunción para jugar en la Premier o la Serie A— son símbolos de superación. Pero también hay clubes como Cerro Porteño o Olimpia, que no solo compiten en la Liga Paraguaya, sino que marcan el ritmo de la vida en el interior. Y cuando un técnico como Facundo Sava es despedido tras una derrota, no es solo un cambio de entrenador: es una señal de que la presión no tiene límites.
La política no se queda atrás. Las decisiones sobre el voto de migrantes, los cierres de padrón electoral o las reformas que afectan a los más vulnerables —como las que vimos en Chile con SERVEL— también tienen eco en Paraguay. Aquí, el debate sobre quién puede votar, quién está excluido y cómo se cuentan los votos no es un tema técnico: es una lucha por la democracia. Y cuando el gobierno intenta limitar derechos, la gente responde. No es raro ver protestas en Asunción, ni que las redes sociales se llenen de mensajes de apoyo a quienes defienden la transparencia. El país no es un modelo, pero sí un ejemplo de cómo una sociedad pequeña puede resistir.
Lo que encontrarás aquí no son titulares vacíos. Son historias reales: jugadores que dejaron su tierra, familias que perdieron el acceso al agua por decisiones burocráticas, políticos que se enfrentan a la justicia, y hinchas que no dejan de creer en su equipo. No importa si vives en Asunción, en Santiago o en Buenos Aires: si te importa lo que pasa en un país que no se rinde, esto es para ti.
Paraguay y Japón empatan 2‑2 en Osaka, con goles de Almirón y Minamino. El resultado mantiene la racha sin victorias paraguayas en territorio japonés.
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