El Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago permite a Luis Hermosilla salir de su arresto domiciliario entre el 3 y 5 de octubre de 2025 para acompañar a su familia tras el fallecimiento de su padre.
Leer másEl arresto domiciliario, una medida cautelar que reemplaza la prisión preventiva en ciertos casos, limitando la libertad de una persona a su hogar bajo supervisión. También conocido como casa por cárcel, es una herramienta de la justicia chilena que busca equilibrar seguridad pública y derechos humanos.
No es un permiso para estar en casa sin restricciones. Quien está en arresto domiciliario debe quedarse en su vivienda, salvo autorización expresa para ir a citas médicas, judiciales o por razones humanitarias. Se monitorea con brazaletes electrónicos, llamadas aleatorias o visitas sorpresa de carabineros. La fiscalía es quien propone esta medida, pero es el juez quien la aprueba o rechaza, evaluando el riesgo de fuga, peligro para la sociedad o la gravedad del delito.
Se usa mucho en casos de delitos menores, como robos sin violencia, fraude o conducción en estado de ebriedad, especialmente cuando el acusado es menor de edad, adulto mayor, tiene enfermedades crónicas o es el único cuidador de alguien vulnerable. En Chile, no es raro verlo en personas acusadas de corrupción leve, tráfico de drogas para consumo personal o violencia intrafamiliar sin lesiones graves. Aunque no es una pena, sí cuenta como tiempo cumplido si luego se condena a prisión.
El arresto domiciliario no es un beneficio fácil. Muchos lo ven como una salida cómoda, pero en la práctica es una prisión sin muros. No puedes salir a caminar, ir a la esquina, ni siquiera recibir visitas sin permiso. Si rompes las reglas —por ejemplo, sales a comprar leche sin autorización— puedes terminar en la cárcel de verdad. Y aunque suena menos severo que una celda, el estrés, la vigilancia constante y el aislamiento afectan mucho más de lo que parece.
En los últimos años, los casos han aumentado por la sobrepoblación carcelaria y por presiones de organismos internacionales que exigen alternativas a la prisión. Pero también ha generado polémica: ¿es justo que alguien acusado de un delito grave pase meses en su casa mientras otros, sin recursos, esperan años en celdas? La respuesta no es sencilla, pero lo que sí está claro es que esta medida está aquí para quedarse, y cada vez más personas la viven de cerca.
Lo que encontrarás aquí son noticias reales de Chile: casos de políticos, deportistas, empresarios y ciudadanos comunes que han pasado por esta medida. No son teorías ni opiniones. Son hechos. Historias de cómo el arresto domiciliario cambia vidas, afecta procesos judiciales y expone las grietas del sistema. Si quieres entender qué pasa cuando la justicia decide que alguien no debe estar en la cárcel... pero tampoco libre, aquí está lo que realmente ocurre.
El Cuarto Juzgado de Garantía de Santiago permite a Luis Hermosilla salir de su arresto domiciliario entre el 3 y 5 de octubre de 2025 para acompañar a su familia tras el fallecimiento de su padre.
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