Vacaciones Perú: lo que realmente necesitas saber antes de ir

Las vacaciones Perú, un destino que combina montañas ancestrales, ciudades coloniales y costas desérticas. También conocido como turismo Perú, es mucho más que una foto en Machu Picchu. Es caminar por calles de piedra que han visto imperios, probar ceviche en un mercado local, y escuchar el viento en los andes mientras el sol se pone sobre el valle sagrado.

Si estás pensando en ir, no empieces por el tren a Machu Picchu. Empieza por Lima, la capital con una cocina que muchos consideran la mejor de América Latina. Aquí no solo comes, sino que entiendes por qué el Perú atrae a tantos. Luego está Cusco, la puerta de entrada al antiguo imperio inca, con calles empedradas y mercados que no han cambiado en siglos. Y no olvides Machu Picchu, el símbolo global, pero que solo vale la pena si lo ves al amanecer, sin multitudes.

La gente cree que Perú es caro, pero no es cierto. Puedes dormir en un hostal en Cusco por menos de 20 dólares, comer en un puesto de la plaza por 3, y tomar un bus de noche entre ciudades por menos de 15. Lo que sí cuesta es el tiempo: necesitas al menos 10 días para no sentir que te perdiste la mitad. Si solo tienes una semana, olvídate de la selva y enfócate en la sierra: Lima, Cusco, Ollantaytambo, Machu Picchu y regreso. No intentes hacer todo. La magia está en lo pequeño: un café en un patio colonial, un guía que te cuenta por qué los incas construyeron así, o un niño que te saluda en quechua.

Hay trampas, claro. Te van a vender tours a Machu Picchu que incluyen un tren de lujo y un almuerzo en un hotel turístico. Pero si quieres lo auténtico, toma el bus hasta Ollantaytambo, compra tu boleto en la ventanilla del Ministerio de Cultura, y sube caminando por la ruta del Inca —o al menos por el tren local. No es lo mismo, pero es más real. Y si te piden 100 dólares por un tour que dura dos horas, pregunta si el guía habla quechua. Si no, es solo un guía de cartel.

Las vacaciones Perú no son un paquete. Son una experiencia que te cambia si dejas de mirar como turista y empiezas a observar como alguien que quiere entender. No busques solo fotos. Busca historias. Escucha los tambores en una fiesta local. Prueba el chicha morada en una casa de la sierra. Camina sin mapa por los barrios de Arequipa y déjate perder. Eso es lo que realmente te llevas.

Lo que encontrarás aquí abajo son historias reales de quienes han estado allí: cómo evitar el mal de altura, qué hacer si te pierdes en el Valle Sagrado, por qué algunos guías te llevan a tiendas secretas, y qué lugares nadie te dice que debes ver. No son guías genéricas. Son relatos de quien vivió lo que tú estás por vivir.