Horacio de la Peña: su legado en el tenis y su impacto en Chile

When you think of Chilean tennis, one name stands out not just for what he did on court, but for how he changed the game for a whole generation: Horacio de la Peña, exjugador profesional y entrenador que elevó el nivel del tenis sudamericano con su disciplina y visión táctica. Also known as "El Profesor", he wasn't just a player—he became the architect behind some of Chile’s most successful tennis careers. His approach was simple: hard work, mental toughness, and respect for the game. No flashy shows, no shortcuts. Just results.

He didn’t just coach top players—he built champions. Players like Fernando González and Nicolás Massú trained under his guidance, and their Grand Slam runs weren’t accidents. They were the product of his system. Even today, when you see a Chilean player stay calm under pressure or come back from two sets down, you’re seeing a bit of Horacio’s fingerprint. He taught them how to fight, not just how to hit winners. His influence stretches beyond Chile too. He worked with ATP players from Argentina, Uruguay, and even Europe, bringing a Latin American style of play into the global spotlight.

¿Por qué sigue siendo relevante hoy?

La generación actual de tenistas chilenos no tuvo la suerte de entrenar con él en persona, pero sus ideas siguen vivas. Los entrenadores que pasaron por su escuela ahora dirigen academias en Santiago, Valparaíso y Concepción. Los videos de sus sesiones de entrenamiento circulan en grupos de padres y jugadores jóvenes. Y cuando un jugador chileno logra un buen resultado en un torneo ATP Challenger, la gente pregunta: "¿De dónde salió este tipo? ¿Quién lo entrenó?". La respuesta casi siempre lleva a Horacio.

En esta colección, encontrarás artículos que lo mencionan directamente, pero también otros que hablan de los jugadores que él formó, de los cambios que impulsó en el tenis chileno, y de cómo su filosofía sigue moldeando el deporte aquí. No es solo historia. Es el presente de un deporte que aprendió a pelear con la cabeza, no solo con la raqueta.