Día de mala suerte: cuándo pasa y qué hay detrás de esos días que todo sale mal

Un día de mala suerte, un período en el que una serie de eventos negativos ocurren en corto tiempo, a menudo sin una causa clara. También conocido como racha de mala fortuna, no es solo una creencia popular: muchas personas lo viven como una realidad cotidiana, con cortes de agua, accidentes menores, pérdidas de objetos o hasta malos resultados en deportes o trabajos que parecen caer como dominós. No es raro que alguien se despierte y, en menos de tres horas, pierda el bus, se caiga, olvide una reunión importante y vea cómo su equipo favorito pierde. ¿Coincidencia? ¿Azar? ¿O algo más?

Lo curioso es que estos días no son iguales para todos. En Chile, por ejemplo, cuando Aguas Andinas, la empresa que administra el agua potable en la Región Metropolitana corta el servicio en seis comunas el 30 de septiembre, muchos lo ven como un golpe del destino. Pero si justo ese día también te pierdes el partido de tu equipo, tu jefe te regaña y tu celular se apaga, entonces sí: es un día de mala suerte. No es que el agua esté en contra de ti, pero cuando todo se suma, la mente busca una explicación más simple que la estadística: "hoy no era mi día".

Y no estás solo. En el tenis, Aryna Sabalenka, la número uno mundial que perdió su racha de 20 victorias en Wuhan Open 2025, no se rindió pese a la derrota: aseguró que el puesto #1 estaba a salvo. Eso es lo que hacen las personas con más resiliencia: reconocen el día de mala suerte, lo viven, y siguen adelante. Mientras tanto, en Santiago, Luis Hermosilla, un hombre que logró salir temporalmente de su arresto domiciliario para acompañar a su familia tras la muerte de su padre, vivió un día que mezclaba dolor, alivio y una inesperada concesión del sistema. ¿Mala suerte? O tal vez, una pequeña luz en medio del caos.

Los días de mala suerte no se eligen. Pero sí se reconocen. Y en esta colección de noticias, verás cómo se manifiestan en deportes, política, cultura y hasta en la vida cotidiana de chilenos. Desde un jugador que pierde su contrato hasta una encuesta que busca incluir a quienes el Censo ignoró, aquí no hay solo malas noticias: hay historias de gente que sigue adelante, aunque el universo parezca estar en su contra. Lo que sigue no es un listado aleatorio: es un espejo de cómo la mala suerte, en todas sus formas, toca puertas reales.