Música folclórica: raíces, instrumentos y artistas que marcan Chile

música folclórica, un conjunto de sonidos que nacieron en las comunidades rurales y urbanas de Chile, transmitidos de generación en generación sin necesidad de partituras. También conocida como música tradicional chilena, es la voz de los campos, las minas, las fiestas patronales y los encuentros familiares donde el canto y el baile no son espectáculo, sino vida. No es solo canciones antiguas: es identidad que se mantiene viva porque la gente la canta, la toca y la vive.

La cueca, el baile nacional de Chile, con sus pasos de galope y su ritmo de 6/8 que imita el movimiento de los caballos. También es la danza de la corteja, donde el hombre y la mujer se mueven como si se buscaran, se alejaran y se acercaran, todo sin tocarse. La tonada, un género más lento, melódico y lleno de nostalgia, ideal para cantar en la soledad de una tarde de campo. Y no puedes hablar de música folclórica sin mencionar los instrumentos tradicionales, como la guitarra, el bombo, la quena, el charango y el accordion. Estos no son accesorios: son los que dan alma a cada canción.

En Chile, la música folclórica no se guarda en museos. Se escucha en el Festival de Viña, en las ferias de pueblo, en las fiestas de la Vendimia y en las casas de los huasos que aún tocan al atardecer. No necesitas ir a un concierto para vivirla: basta con estar en un lugar donde alguien empiece a cantar y otro le responda. Eso es folclor: no es un género, es una costumbre.

Lo que encontrarás aquí no son solo noticias sobre artistas o conciertos. Son historias reales: cómo un joven de la Araucanía aprendió a tocar el kultrún de su abuelo, cómo una tonada de Copiapó se volvió viral en TikTok, o cómo la cueca sigue siendo la primera canción que cantan los niños en los jardines de todo el país. Esta colección te muestra la música folclórica tal como se vive: sin filtros, sin exageraciones, con sus errores, sus cambios y su fuerza.