Concurso de belleza: lo que realmente pasa detrás de las coronas

Un concurso de belleza, una competencia pública que evalúa aspectos físicos, carisma y presencia escénica, a menudo vinculada a la industria del entretenimiento y la moda. También conocido como certamen de belleza, este tipo de evento no solo busca elegir a una ganadora, sino que también expone las dinámicas de poder, imagen y control que operan en la farándula. En Chile, estos concursos nunca han sido solo sobre sonrisas y vestidos. Detrás de cada corona hay decisiones tomadas en salas de reunión, vetos ocultos y presiones que nadie anuncia en el escenario.

Lo vimos con claridad cuando Catalina Pulido, actriz y exreina de belleza que ha transitado por la televisión chilena durante décadas acusó a Cecilia Bolocco, ícono de la televisión chilena y exreina mundial que hoy mantiene influencia en medios y producciones de prohibirle el protagonismo en un anuncio filmado en La Dehesa. No fue un simple desacuerdo. Fue un veto profesional, un mensaje claro: quién puede estar en el centro y quién debe quedarse atrás. Este tipo de dinámicas no son raras en los concursos de belleza, donde las figuras con poder histórico a menudo deciden quién tiene derecho a brillar. Y eso no se trata de talento, sino de control.

Esto no es algo que solo pasa en Chile. En muchos países, los concursos de belleza son una puerta de entrada a la fama, pero también una trampa. Las ganadoras son promovidas como modelos de éxito, pero rara vez se habla de los contratos que las atan, de los cambios de imagen que les imponen, o de cómo sus voces se silencian cuando no convienen. En Chile, la industria televisiva ha usado estos certámenes como plataformas para lanzar rostros, pero también para mantener jerarquías. TVMÁS, canal que ha transmitido y producido concursos de belleza en el país, conociendo bien el impacto mediático de estas figuras ha sido parte de este sistema, donde la imagen vale más que la personalidad.

Lo que encontrarás aquí no son listas de ganadoras ni fotos de vestidos. Son historias reales: las peleas internas, los silencios forzados, los nombres que se borran de los créditos. Si creías que un concurso de belleza era solo un evento de entretenimiento, aquí verás por qué muchas veces es un reflejo más fiel del poder que cualquier noticia política.